lunes, 26 de diciembre de 2011

Posibles causas de la violencia

La Consulta Popular y el incumplimiento de los Acuerdos de Paz

Para que los Acuerdos de Paz tuvieran fuerza de Ley se hacía necesario modificar parcialmente la Constitución Política de Guatemala. Las reformas fueron realizadas por el Congreso de la República y aprobadas por este organismo el 16 de octubre de 1998 para ser sometidas a Consulta Popular.

El 16 de mayo de 1999, se convocó a una consulta popular a la población de Guatemala mediante el voto. Cuatro millones de guatemaltecos podían ejercer su derecho a voto para manifestar si estaban de acuerdo o no con 50 enmiendas a la Constitución de la República, sin embargo pocos acudieron a las urnas. Estas enmiendas proponían dar mayores derechos a los indígenas del país, promover un estado multilingüe y multiétnico, y abolir el Estado Mayor Presidencial. Sin embargo de los pocos que acudieron a votar, la mayoría decidió "NO" reformar la Costitucion, por tanto, las enmiendas no se aplicaron.

La consulta fracasó porque el gobierno de Arzú no ilustró a la población sobre los Acuerdos de Paz y los beneficios que aportaba la aprobación de las reformas constitucionales necesarias. Muchos todavía creen que la paz se firmó a espaldas del pueblo, y grupos de fanáticos que quisieran retornar al pasado, quieren hacer creer a quienes no conocieron el proceso, que la firma de la paz originó la actual violencia.

Después de la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera ¿Qué se logró?

Después del conflicto armado interno pasamos a la paz violenta. Aumentó la violencia, la delincuencia y el crimen organizado. Después de firmada la paz proliferaron las pandillas juveniles denominadas "maras", secuestros, extersiones a comerciantes, asaltos en buses y asesinatos de pilotos, altos índices de homicidios y femicidios, fugas y amotinamientos en las cárceles, violencia intrafamiliar... ¿Es la firma de los acuerdos de paz la responsable? ¿Quienes son los culpables? - Es la sociedad guatemalteca la responsable, por no promover la cultura de la paz, la cual aun sigue polarizada por la lucha ideológica y la desigualdad social. Se firmó la paz, pero se descuidó a la juventud de darle educación y oportunidades de superación. La niños y jóvenes marginados por la sociedad son fácil presa del crimen organizado.

Militarización, Narcotráfico y Violencia

La carencia de una reforma de seguridad social, las tareas de la policía estatal se privatizaron, actualmente muchas calles residenciales están cerradas y controladas con garitas y policías privados. Por temor a la delincuencia, a ciudadanía vive prisionera en sus propias casas.

En cuanto a la desmilitarización del país, la reducción fue mínima, pero suficiente para que grupos del narcotráfico se desplacen por las fronteras. El presupuesto del ejército es mayor al que tenia durante la guerra, algunos destacamentos militares nuevamente se habilitaron. Ante el azote de la violencia y delincuencia, el ejército se incorporó a las funciones de la Policía Nacional Civil, violando el Acuerdo sobre fortalecimiento del poder civil y función del ejército en la sociedad democrática, cuyo papel es la defensa de la soberanía nacional. El Ejército de Guatemala no es el mismo del pasado, hoy en día, respeta la Constitucion, la institucionalidad y la voluntad de la sociedad civil. Las tropas que antes asesinaban a sus hermanos pasaron a la historia, los soldados de hoy reparten bolsas solidarias a las familias pobres. Pero una minoría de indiciplinados militares aun desprestigia la institución, despues de la firma de la paz, algunos militares retirados y elementos de la Escuela de Kaibiles se incorporaron al narcotrafico y al crimen organizado. Definitivamente el narcotrafico es principal patrocinador de grupos delictivos, que se ha infiltrado en el Estado y en los partidos polticos generando corrupcion y violencia. Es inaceptable que un ejército contrainsurgente entrenado para la guerra de guerrillas sea incapaz de combatir el narcotráfico, pero tambien es inaceptable que nuestra region se convierta en un campo de batalla de una guerra que no nos pertenece, pues el combate a las drogas es responsabilidad de los paises consumidores (USA y Europa), y es a ellos a quienes la region afectada debe exigir, no solo que disminuyan el consumo sino que legalicen los estupefacientes, que al mantenerse prohibidos, aumentan de valor, crean negocios clandestinos, aumentan la violencia en la región y las ganancias de quienes inpunemente se dedican a este negocio.

Los mayores incumplimientos están en los Acuerdos Socioeconómicos y Agrarios. El salario mínimo no cubre las necesidades de: la canasta básica, salud, educación y vivienda. El acceso a la tierra sigue en conflicto: la clase terrateniente se niega a cultivar grandes extensiones de tierra ociosa, o a negociarla para que el campesinado la haga producir. Las políticas de desarrollo rural son mínimas o nulas, la reforma fiscal no incluye impuestos directos, las partes que negocian el pacto fiscal, siempre afecta a la mayoría con tributos indirectos. Es poca la participación de los pueblos indígenas en cargos políticos. A pesar que todavía quedan pendientes muchos cambios, muchas transformaciones que se encaminen a generar el bien común, no le echemos tierra a la paz. No permitamos el colapso de la paz.

Los guatemaltecos no queremos más tragedias. ¡Basta ya de tanta violencia! El futuro nos exige la participación sin exclusiones, pues todos sin distinción de etnia, posición económica, política, credo o religión, somos parte de esta nación. Que cada 29 de diciembre sea un día de reconciliación, pero que también sea un nuevo acuerdo para superar nuestras diferencias, ideologías, e intereses personales. Porque si no es así, ¿cuánto nos durará la paz?

Muchos combatientes de la URNG, estaban concientes de haber perdido la batalla militar, pero sabían que políticamente habían ganado la guerra. Dejar las armas que románticamente habían empuñado, les producía melancolía. Dejar la selva, la clandestinidad y pasar a ser reinsertados dentro de la sociedad les producía incertidumbre, sobre todo, miedo a la traición. Muchos ex combatientes cuya única profesión era portar fúsiles AK-47, esperaban ocupar puestos dentro de las filas de la nueva Policía Nacional Civil, caso que no se dio completamente.

Después de la firma de la Paz, a la Policía Nacional solamente se le agregó la palabra Civil, aunque de civil no tuvieran nada, pues muchos militares llegaron a formar parte de sus filas y junto a los antiguos agentes se les dieron clases intensivas en la recién fundada Academia de la Policía, pero los derechos humanos les entró por un oído y les salió por el otro. Las constantes detenciones ilegales, la ignorancia de los Acuerdos de Paz de algunos comisarios, así como la prepotencia y el abuso de poder, significa que a estos agentes corruptos y violadores de los derechos humanos, únicamente les cambiaron el uniforme, así como le cambiaron el color las instalaciones de las estaciones y comisarías. Es una vergüenza ver a agentes de la PNC implicados en asaltos a furgones y extorsiones.

Como mínimo, un Policía Nacional Civil debería de memorizarse y poner en práctica los primeros once artículos de la Constitución Política de la República de Guatemala. Para nadie es un secreto el grado de corrupción imperante en esa institución, desde convertir el DOAN en bodegas de distribución de droga, hasta el desfalco millonario producido en el Ministerio de Gobernación durante el régimen del FRG, cuando estuvieron a cargo de esa cartera, Byron Barrientos y Harold Gil Muñoz. Durante el gobierno de Oscar Berger, el Ministerio de Gobernación a cargo de Carlos Vielman, junto a la PNC dirigida por Erwin Sperisen, se convirtieron en grupos clandestinos de ejecuciones extrajudiciales. La Dinc operó al estilo de los escuadrones de la muerte de la década de los 80's. Ante la corrupción e ineficiencia de esta institución policiaca, algunas comunidades han tenido que organizarse en guardianes del vecindario, y al hacer justicia por sus propias manos y aplicar linchamientos, cometer grandes delitos de lesa humanidad, que en lugar de erradicar, promueven la violencia.

La Academia de la PNC, debe inculcar en los nuevos bachilleres en seguridad: valores cívicos, éticos y morales. La población guatemalteca necesita una policía comunitaria, donde la presencia del agente en las calles sea de confianza y seguridad, donde los operativos no sean para intimidar y extorsionar sino para vigilar y cuidar a la ciudadanía honrada y trabajadora. Guatemala necesita policías defensores de la comunidad, conciliadores de los problemas comunales y la autoridad que arreste a quienes en realidad infrinjan la ley.

Los mayores incumplimientos están en los acuerdos socioeconómicos y agrarios. El salario mínimo no cubre las necesidades de: la canasta básica, salud, educación y vivienda. El acceso a la tierra sigue en conflicto: la clase terrateniente se niega a cultivar grandes extensiones de tierra ociosa, o a negociarla para que el campesinado la haga producir. Las políticas de desarrollo rural son mínimas o nulas, la reforma fiscal no incluye impuestos directos, siempre afecta a la mayoría con tributos indirectos. Es poca la participación de los pueblos indígenas en cargos políticos. A pesar que todavía quedan pendientes muchos cambios, muchas transformaciones que se encaminen a generar el bien común, no le echemos tierra a la paz. No permitamos el colapso de la paz.

"La violencia no es la forma de resolver los problemas de Guatemala". (Byron Barrera, El delito del Buho)

"La paz reta a la muerte y al hambre". (Rony Iván Véliz).

"En Guatemala, la paz depende de los ricos, los militares y el gobierno". (Juan Samuel Quiej, víctima del conflicto armado).

"Para que la paz sea firme y duradera y no solamente la ausencia de la guerra, sino una paz económica y social, deberá ser producto de la conciencia personal que a su vez genere la voluntad política correspondiente de los que representan no solo a las partes en conflicto, sino a los factores de poder formal y real, y naturalmente, a la sociedad civil". (Ramiro De León Carpio).

"La paz es un don de Dios. Pero también es un quehacer del hombre". Rodolfo Cardenal Quezada Toruño.

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"La paz es la ventana de la democracia, y la puerta que nos abre el sendero hacia el desarrollo". ¡Caminemos todos juntos!

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Lecturas recomendadas:

"Guatemala Nunca Más. Recuperación de la Memoria Histórica". REMHI.

"Guatemala, Memoria del Silencio". Documento de la Comisión del Esclarecimiento Histórico.

"La otra Historia, (de los mayas al informe de la Comisión de la verdad)". José Manuel Chacón, "Filóchofo".

"La Culebra en la Corbata". Teresa Bolaños de Zarco.

"Masacres de la Selva". Ricardo Falla.

"Tiempo de callar, tiempo de hablar... estamos comenzando". Alianza contra la impunidad.

"Los Compañeros". Marco Antonio Flores.

"La guerrilla fue mi camino. Epitafio para Cesar Montes", Julio Cesar Macías.

"Paz Tejada Militar y Revolucionario". Carlos Figueroa Ibarra.

"El delito del Buho". Byron Barrera.

Revista Domingo de Prensa Libre, edición 14 de noviembre de 2004.

Revistas "Crónica" , "Critica" y "Tinamit".

Disponibles en la Hemeroteca Nacional.

Portal www.sepaz.gob.gt

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